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miércoles, 6 de marzo de 2013

Borrando Barreras: Espacio Público en Villahermosa


Borrando barreras

Conversión de las instalaciones deportivas en espacio público

por: Miguel Alejandro Aldana López*
Foro "La Infraestructura Deportiva como Impulso al Deporte: Cultura y Deporte para el Bienestar de las Personas y del Desarrollo de los Jóvenes"
Villahermosa, Tabasco. Miércoles 6 de marzo de 2013


Encuentra la única diferencia

La ciudad ha encasillado su concepto de parque como principalmente relacionado con el deporte, aislando problemas ecológicos y de integración social a un segundo plano.
La arquitectura de nuestras instalaciones deportivas hablan de una natural exclusión de los que no practican deporte. La mayoría del tiempo las eternas tres canchas de basquetbol están vacías, producen muy pocos deportistas disciplinares y organizados. Los niveles de salud hablarían de lo contrario si la ocupación deportiva fuera adecuada.
En esta época hay desintegración familiar y pánico frente a la violencia física y psicológica y ahora más que nunca es necesario integrar a la sociedad, no separarla.
Para todos aquellos que aún creen que la ciudad se hace de vías vehiculares y pasos a desnivel, debo notificarles que el espacio público actualmente se considera la quintaesencia del urbanismo y el tipo de espacio público actual es no solo caminable sino de acceso universal, tiene transporte ecológico, que estructura la ciudad y la entreteje mejorando la convivencia.
Provenimos de una larga oscuridad en el urbanismo que nos hizo pensar en solo dos conceptos como temas urbanos: La propiedad privada y la vía para transporte motorizado. Esto ha cambiado para siempre valorando lo que los primeros modernos estimaron valioso: La planta libre y el espacio abierto y público como sinónimo de salud ciudadana.
Esta enfermedad urbana de la deshumanización de la ciudad fue inoculada con el capitalismo brutal de la postguerra pero se está curando:
  • ·      No con doctrinas sino con puro sentido común. (aunque el sentido sea poco común)
  • ·      No con socialismo sino con humanismo (aunque el socialismo ES humanismo)
  • ·      No con populismo sino con gobernanza (la nueva forma de gobernarSE)

Problemática

  • ·      Las instalaciones deportivas se encuentran deterioradas y necesitan ajuste. Esto es no solo mantenimiento inmobiliario sino replanteamiento conceptual y mejora de la solución técnica
  • ·      La arquitectura deportiva no facilita el libre tránsito y la integración urbana. Simplemente porque no fue pensada para integrar al transeúnte sino para entrar con vehículos y estar “seguros” o bien para cuidar que los maleantes “no entren” a un lugar que se asume muy cuidado y protegido.
  • ·      Las actividades deportivas son mínimas debido al caracter "exclusivo" como se declaran parques deportivos debido a una doctrina errónea de zoning que es “separar” las funciones urbanas racionalmente impidiendo la diversidad y evitando el uso cotidiano.
  • ·      La ciudad carece de espacio público de calidad que permita la visita casual. Mientras más espacio haya es mejor, las explanadas, los jardines, las banquetas son si bien suficientes, tienen mala calidad
  • ·      Algunas actividades deportivas con participación mínima pueden sustituirse. Se puede hacer un “aforo deportivo para constatar esto.

Causas y efectos


La mala arquitectura genera mala ocupación

Sin duda la arquitectura cambia, pero en ocasiones cambia para peor. Como se ha comentado antes, el boom de la postguerra generó en todo el mundo occidental una autoridad absoluta de la propiedad privada sobre el espacio público, a tal grado que nuestra “arquitectura pública” se volvió “privada” ya que las dependencias iniciaron una escalada de fortificación de sus ghettos con la finalidad de “proteger” sus instalaciones. Esta pésima idea del espacio público hizo mucho daño no solo a la arquitectura oficial sino a la privada que vivió una pareja devoción por la privatización de la calle con la anuencia gubernamental.

El mal urbanismo genera desintegración social.

Como se ha dicho “Lo contrario a la inseguridad no es la seguridad sino la convivencia” - Jorge Melguizo
Cuando pensamos que las bardas dejan fuera a la delincuencia debemos considerar que también impiden la salida de una víctima.
Ahora es importante sanar la herida dejada por la violencia real, pero sobre todo y esto más importante: sanar la violencia virtual generada a partir de la “inseguridad” que no es causa sino efecto de un solo problema que es la desintegración social.
Los barrios más pobres son los que más necesitan espacio público y lo necesitan de mayor calidad.

Dependencias neófitas generan el concepto de “apropiamiento”

Esta violencia oficial que es la exclusión del verdadero propietario de las instalaciones tiene un origen noble: el cuidado de los inmuebles.
Sin embargo el desconocimiento mutuo que hay entre gobierno y gobernados genera desconfianza, la opacidad reina y por si las dudas es mejor no dejar pasar a “nuestro espacio” o limitarlo torpemente mediante instrumentos torpes e improvisados que atentan contra la libertad de tránsito establecida en la Constitución Política.

Excesiva seguridad genera un categórico rechazo

Esto es sutil pero real: la desconfianza mutua es el origen de la inseguridad. La regla debería ser clara en este sentido: Toda instalación gubernamental debería ser espacio público, pero no es así.
Los partidos arquitectónicos dejan al frente instalaciones de “control” como casetas de vigilancia o registro de visitantes rodeadas de rejas y muros que en el mejor de los casos son diseñados con el conjunto, pero en ocasiones son posteriores al mismo. El diseño es lamentable y el resultado es la exclusión, la mala voluntad hacia el extraño que se encuentra afuera.
Una posible solución es remeter lo más posible las rejas de seguridad a modo de generar explanadas y jardines públicos en toda instalación gubernamental, mostrando una generosidad espacial y una libertad ambiental que mejora por mucho la forma en que vivimos la ciudad.
Si este gobierno ha de cambiar su postura ante la indiferencia o la desconfianza del pueblo será mostrando físicamente la buena disposición para el contacto real. Lo contrario será invisible.

Muchas rejas generan mucho gasto (construcción y mantenimiento)

Cada m2 de malla ciclónica, herrería tradicional, muro de mampostería, herrería industrializada, etc. tiene un costo que deberá ser abolido y aprovechado para mejorar las condiciones de las banquetas, su ancho, su guarnición (la cual hacemos muy mal, por cierto y cada año gastamos en esmalte para el concreto cacarizo)
El mantenimiento de la herrería es caro: cada año requiere limpieza con removedor, esmalte a dos manos e incluso primario. Y si hay óxido se puede “picar” el perfil y hay que hacer prácticamente un trabajo de hojalatería. Si eliminamos las rejas o al menos bajamos su cantidad en las instalaciones gubernamentales haremos importantes ahorros.
Todo lo anterior es sin mencionar el no poder aprovechar el espacio verde de jardines que en ocasiones tiene un importante presupuesto de mantenimiento.

Propuestas

  • ·      Creación de la autoridad del espacio público para implementar este programa. En la Ciudad de México funcionó muy bien y generó espacio público de muy alta calidad y mejora en la integración social
  • ·      Retiro ipso facto de todas las rejas de las instalaciones deportivas. Esto es muy fácil de hacer y daría un beneficio visible a la administración del espacio público no importa su destino.
  • ·      Demolición de las bardas de mampostería que impiden libre tránsito y visibilidad. Incluso la infraestructura construida para supuesto apoyo como casetas bodegas improvisadas, baños, etc. Es necesaria la remodelación o el cambio de lugar de algunos de estos espacios.
  • ·      Reciclaje del material para construcción de casas sustentables. Hay una gran posibilidad de mejorar la condición de vida en los barrios pobres, que viven en construcciones de láminas y requieren fortalecimiento de sus elementos de soporte estructural. Casas con estructura de madera pueden recibir material de herrería para fortalecimiento y casas sin ventanas pueden acceder al material gratuito para su elaboración. Las escuelas pueden hacer vivienda experimental y gente necesitada con terrenos que requieran relleno podrán tenerlo del escombro.
  • ·      Construcción de banquetas más amplias "que se metan en los predios" como en Barcelona o las recientes obras de la Ciudad de México. Las guarniciones pétreas y diseñadas para resistir años. Un solo tipo de guarnición para toda la ciudad.
  • ·      Proyecto de mantenimiento con los infractores de tránsito u otros reglamentos como el de construcción. La creación de herramientas judiciales de aprovechamiento de mano de obra para reducir gastos, ahorrar salarios y hacer visible la autoridad mediante un uniforme que comunique el tipo de infracción y asocie la causa con el efecto además de luchar contra la corrupción en todos los niveles.

-MA
... 
Bibliografía
Lo contrario a la inseguridad no es la seguridad sino la convivencia - Jorge Melguizo
http://agrupaciones13dediciembre.org/index.php?option=com_content&view=article&id=548:lo-contrario-a-la-seguridad-no-es-la-seguridad-sino-la-convivencia-inseguridad-jorge-melguizo&catid=49:internacionales&Itemid=84

http://www.diarioinformacion.com/alicante/2010/10/23/parque-acabar/1057072.html
http://es.wikiarquitectura.com/index.php/Biblioteca_España_en_Medell%C3%ADn

*Ingeniero Arquitecto
Master en Gestión Creativa y Transformación de la Ciudad
Director de Estudio Taller Arquitectura SA de CV


viernes, 27 de mayo de 2011

Las Ciudades Orgánicas I

Concurso aparador Dockers 21-feb-2001


No hay ciudad más libre y tensa que Tisha.
De primer vistazo uno percibe la ondulante línea de horizonte que parece acomodarse los músculos mientras uno se acerca. El recuerdo de quien la ha vivido sin quedarse es el de los quinientos mil diamantes que son extruidos y rebanados cadenciosamente entre el parpadeo de los anuncios y el subir y bajar de las azoteas.
Si su majestad permaneciese tres días seguidos mirando al mismo edificio vería el subir y bajar de las esquinas que lo limitan, y no sólo las esquinas de ese edificio... si se mira una calle entera debe advertirse la acompasada ola de construcción y destrucción de los edificios que entonces parecerá contagiosa. La cadena de eventos arquitectónicos comienza en cualquier esquina, por cualquier motivo, por cualquier habitante de Tisha... y desde el primer ladrillo la ciudad no ha terminado de construirse... ni de destruirse. Los habitantes de tal ciudad parecen ocupados más de la observancia y mimesis con la construcción del edificio vecino que de las necesidades del propio. A diestra y siniestra han convertido fachadas enteras en espectaculares símbolos que a veces parecen ser la humanización de los edificios, dialogando entre sí, observándose y mirando luego a un lado, luego al otro.

Eso es lo que parecería.

La realidad de los habitantes es más tensa de lo que parece, ya que viven voluntariamente presos de un reglamento de construcciones que nadie sabe quién escribió, para qué o en qué condiciones... es más , ni siquiera lo han leído. Sólo entienden que su ciudad vive en un delicado equilibrio volumétrico dado por la continuidad en las líneas que envuelven a los edificios. La única forma de entender la ciudad es respetando la tensión superficial que se ha generado en esta ciudad líquida, que la hace transformarse de la misma forma que un organismo vivo lo hiciese... con movimientos bajo el pelo... bajo la piel.

Las únicas reglas evidentes para quien construye – o destruye en Tisha son:

1. Todo edificio construído en la ciudad debe ser libre en su planta baja para asegurar el flujo de los transeúntes, los animales y las máquinas.

2. Todas las esquinas de un crucero deben tener la misma altura

3. Todo propietario debe hacer buen uso de su edificio y mantenerlo funcionando en perfectas condiciones. Queda en absoluta libertad de construir o demoler cualquier parte de su edificio que así considere

4. Queda prohibido sobrepasar los límites del propio terreno a cualquier nivel

5. Quedan prohibidos los anuncios y objetos que incumplan la anterior regla.

Cuando uno se convierte en propietario de un edificio de Tisha se ve obligado a mantener un edificio que no es suyo totalmente... por lo que ha de rentar las fachadas para anuncios comerciales que vuelvan al edificio auto - sustentable. El propietario no tendrá inconveniente en elevar los niveles de las esquinas de su edificio ya que eso le dará más dinero para mantenimiento, pero tampoco verá objeción en la demolición de sus muros ya que eso le generará menos gastos de conservación, así , el equilibrio de Tisha va de lo personal a lo comunitario, de lo comercial a lo sutil, de lo constructivo a lo poetico.
Quien sale de esa ciudad cubierta por ese manto de unidad superficial conserva el recuerdo de la libertad con que podía moverse en la planta baja común a todos los edificios. Quien se ha quedado, aún vive ocupado ajustando sus cuatro esquinas a lo que dicta el acomodo de la ola que pasa por ahí. Quien no la conoce, no ha visto una ciudad libre y tensa... no ha visto una ciudad líquida como Tisha
Eso es lo que parecería.

Miguel Aldana