En mi opinión el caso de Theo van Doesburg se vive a la inversa: Este héroe del moderno rompe con su pasado al igual que con su nombre original (Christian Emil Marie Küpper quien también se apodó I.K. Bonset y Aldo Camini) siempre en aras de algo nuevo y diferente. Desde sus escritos en periódicos holandeses hasta la fundación de su revista trata de romper con paradigmas del medio artístico encontrando la novedad de la abstracción en la pintura especialmente llenadora. Al proponer nuevos caminos abre nuevas posibilidades y llena de inquietud y curiosidad a los apasionados de la Bauhaus a través del llamado Neoplasticismo.
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En esto de la expresión pictórica contundente su compinche Piet Mondrian siempre le llevo la delantera, casi 10 años mayor, con un espíritu más sereno y consistente logra que en el ideario público se identifique mayormente con Mondrian los cuadros simplistas de líneas negras sobre fondo blanco y rectángulos de colores básicos. Comentario aparte merece una espiritualidad sui generis que con Theo se volvía algo inusualmente material, algo muy tangible.
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La belicosidad del joven Theo lo llevó a explorar más allá de la pintura, la escultura y la arquitectura misma. Sin embargo la principal cualidad de Theo fue también su mayor falla: el tratar de llevar el pictoricismo de la obra de los puristas a un esquema tridimensional causó y sigue causando la sensación de disfraz que sus interiores mostraron, en este sentido siempre fue mayor el simplismo de Gropius quien le rechazó en la Bauhaus entre otros por este motivo. Sin embargo es indudable la influencia de Van Doesburg en los métodos mecanicistas de las últimas generaciones de la Bauhaus.
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Lo sucedido entre aquellos héroes del moderno y lo que sucede ahora me parece muy similar pero a la inversa, desde mi punto de vista la arquitectura comercial aún sigue caminos anquilosados y erróneos desde el punto de vista artístico y ético, pero se vive un revival del moderno como base de varios caminos afines. Ahora somos demasiado modernos y llevamos muchos años en ello, ya se están explorando los siguientes pasos pero todo barroco es mal visto desde un punto de vista clásico ¿o no?
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Pareciera que el mercado se ha llenado de avidez de proyectos y los proyectos están a la orden del día pero los diseñadores nos encontramos algo atrasados en desarrollo de tecnología y productos, por lo tanto estamos con mercados de bajo consumo. La Bauhaus triunfó y esto lo demuestra el imperio del minimal actual pero los dibujos parecen mejores que las construcciones.
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En un medio como el actual donde las imágenes vienen y van, donde la propaganda render antecede cualquier análisis, donde lo que se dibuja parece suficiente sobre lo que se construye... Ahora en todo el mundo podríamos adolecer de lo mismo que adoleció la Europa central de los 20s paradójicamente a la inversa en este medio de forzado minimalismo, obligado modernismo y absoluto organicismo; Con la ciudad a medias distante de nuestros sueños pero satifechos de nuestros renders, completos con nuestros concursos, llenos de nuestros premios ¿Como ven?
Mike
