domingo, 4 de julio de 2010

Toda la Luna...

En 1985 Mike Scott escribió una canción extravagante por su sonido entre triunfante y trascendental pero con un tema entre admirador y envidioso.
The whole of the moon (Toda la Luna o La totalidad de la Luna) Hablaba del triunfo de un conocido, una persona cercana al cantante pero exitosa, lleno de poder y decisión, cargado de conocimiento y sabiduría, capaz de lograr hazañas heróicas imposibles para los demás o por lo menos para el autor que se dice aterrizado, boquiabierto por lo que trae este Prometeo que subió la escalera y con el viento a sus pies alcanzó las estrellas.
Yo sentí desde niño y hasta mi juventud esta admiración desmedida por personas que conocia y solo podía observar, se trataba de algunos amigos que parecían tener éxito fácil y mucho tiempo después me enteré que yo tenia mis admiradores, sin duda ninguno confesaría lo que el lider de los Waterboys dice con tanta pasión.
El lenguaje poético que Mike usa proviene del folk celta que hurga en lo pagano pero se deleita en el orden universal, tan neutral como joven, tan humano como cierto, el poema The Whole of the moon trae sueños a la realidad, triunfante en la derrota, apologiza la mediocrridad de todos. Justifica la antigua idea nietzcheana del superhombre, Así hablaban de Zarathustra, pero a diferencia de Nietzche-Zarathustra el iluminado de Scott se ve aún amigo de los de abajo, parece dotarlos de la verdad, inspira los rumbos pero estuvo ahí antes que los demás, será el único que llegue, el que nos hace cantar y reconocer su valor, su poder, su cercanía al cielo.
Si me preguntan de quien habla Mike les diré que es Jesús... tan alto, tan lejos, tan pronto, viene como un cometa que deslumbra con su estela... uno de nosotros pero diferente, dueño de la verdad y de cada sueño precioso, toma el arcoiris en sus manos y mira la totalidad de la Luna.

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